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Aunque casada mi ex novio me hizo toda una mujer  

xcorreos 53M
36 posts
6/2/2010 5:54 am
Aunque casada mi ex novio me hizo toda una mujer

Tengo 26 a�os, casi 27, y estoy casada desde hace tres. En general, mi matrimonio ha sido bueno aunque ahora veo que no se puede coincidir en todo.

Entre el trabajo de mi esposo y el cuidado de mi ni�a mi vida se fue tornando mas gris cada d�a. En el aspecto sexual la rutina nos comi� y se fue perdiendo la emoci�n.

Confieso que desde siempre fui, digamos, "muy hot"; pero hoy me doy cuenta que me falta mucho por aprender.

Hay temporadas en que mi esposo debe salir mucho de viaje por su trabajo y se ausenta a veces por dos o tres d�as. Yo me doy las aburridas de mi vida aunque nunca faltan cosas por hacer.

Hace no mucho, mientras hacia compras en el centro de la ciudad (Quer�taro) coincid� en un cafecito con un ex novio. Fue el tipo m�s importante en mi vida despu�s de mi esposo y el sexo con �l no fue algo espectacular; bastante mon�tono, dir�a yo.

En fin, nos encontramos, nos saludamos y tomamos un caf� juntos; se llama Alonso.

Me enter� que ya estaba casado, as� que comentamos poco sobre nuestros matrimonios y m�s bien recordamos viejos tiempos y amigos en com�n.

Ahora me queda claro que a un exnovio jam�s le deja de resultar excitante una exnovia; Alonso empez� a decirme lo guapa que me ve�a, lo cuidada que parec�a desde que no nos ve�amos y, bueno, con la confianza de una relaci�n de varios a�os, yo lo dej� seguir en ese tono.

Las cosas subieron de temperatura hasta que me record� que lo que m�s le gustaba de mi eran mis pechos y mi trasero. Ya si le hab�a dejado decir esas cosas, era normal que �l siguiera por la misma l�nea.

Me preguntaba que si casada hab�a adquirido m�s experiencia y a mi me sorprendi� que fuera tan desinhibido porque no era �sa su cualidad cuando fuimos novios.

Pasaron un par de horas, se hizo tarde y quedamos de comer juntos al d�a siguiente, aprovechando que �l estar�a tres d�as m�s en Quer�taro.

Yo fui a casa con una licuadora en el est�mago de los nervios y de lo diferente que hab�a notado a Alonso. Al d�a siguiente no pude evitar lucir un escote bastante pronunciado y una falda s�per delgada que se me ajustaba mucho por lo mismo.

Acud� a la cita y me esperaba ya �l en la mesa del restaurante. Al llegar, antes de saludarme siquiera, me dijo que me ve�a "muuuuuuy" bien y que ser�a dif�cil platicar con semejante distracci�n. Yo lo dej� seguir con eso y me sent�.

La pl�tica fue muy equis, pero cada que pod�a me dec�a que lo distra�a mucho con el escote, que le daba hambre y cosas as�.

En tono de broma me hablaba de la envidia que le daba mi esposo y se reprochaba el tiempo que hab�a "perdido" invit�ndome al cine o a cenar cuando �ramos novios.

Obvio yo le dec�a que tuvo oportunidad y que ahora no se quejara�cosas as�, aunque ese tipo de comentarios me puso un poco hot.

Me pidi� que lo acompa�ara a comprar algunas cosas que la hab�a encargado su esposa y acept�. Salimos y al subirme a su camioneta, al abrirme la puerta y ayudarme a subir, sin m�s cosa me dijo "wow, no recordaba qu� buen culo tienes".

En su vida jam�s me hab�a hablado as�, jam�s hab�a usado esas palabras, siempre me trat� con mucho respeto, hasta cuando compartimos la cama.

No se qu� sent�, pero cuando escuch� eso me recorri� un hormigueo por toda la espalda y la verdad es que me s�per prendi�. Casi instintivamente levant� m�s mi trasero y le dije "pues qu� mala memoria tienes".

Fuimos en su camioneta entre comentario y comentario sobre mi cuerpo. Le dije que hacia ejercicio y le presum�a que ya no ten�a nada de panza.

Todav�a prendida por sus comentarios, tom� su mano mientras �l manejaba y la puse sobre mi est�mago para demostrarle los resultados de mis rutinas diarias. �l se dej� pero no le bast� con sentir mi est�mago, sino que movi� su mano como queriendo tocar todo lo que pod�a.

De pronto el me dijo "yo tambi�n hice ejercicio y no es por nada pero qued� bien"; "�en serio?", le preguntaba yo, y diciendo "s� mira" tom� mi mano y la puso justo en su pene presion�ndome para que no retirara mi mano de ah�.

Entend� en lo que me hab�a metido y me segu�a admirando tanto atrevimiento que no conoc� en �l antes.

Ya sin hacerme del rogar, dej� mi mano y sent� su pene hasta que no fue necesario que �l me detuviera. Avanzamos unos minutos mientras yo acariciaba su pene y de repente, saliendo del silencio, Alonso s�lo dijo: "se nota que ya te gusta m�s la verga".

Insisto, �l jam�s me hab�a hablado as�, jam�s hab�a usado esas palabras. Lejos de cohibirme, su comentario me eriz� la piel y me hizo tomar aquella "verga" con m�s fuerza; s�lo logr� decir "no s�, pero �sta me encanta".

Sin decir nada, �l quit� mi mano y a�n conduciendo baj� el cierre de su pantal�n y la dej� al aire.

Simplemente me qued� helada, no la recordaba pero me pareci� riqu�sima; a�n sin salir de la sorpresa, sent� la mano de Alonso detr�s de mi cabeza, empuj�ndola hacia su pene mientras dec�a "no te quedes con las ganas, c�metela". Sin pensarlo la met� toda en mi boca, ya estaba dur�sima pero yo quer�a literalmente com�rsela toda.

Mientras yo estaba tan entretenida �l no paraba de decirme que me hab�a vuelto toda una putita y sus comentarios hac�a que me encendiera, que jugara con mi lengua en su pene, que lo succionara y tratara de comerla m�s.

De pronto sent� que nos deten�amos, pero no dej� de com�rsela, �l simplemente estir� su brazo y comenz� a tocarme el trasero diciendo "d�jame ver c�mo se te ha puesto el culo de puta". Yo levante el trasero y lo dej� hacer.

Jal� mi falda y comenz� a pasar sus dedos sobre la l�nea de mi tanga que, por cierto, era s�per peque�a.

Cuando pasaba sus dedos sobre mi vagina y mi ano yo sent�a choques el�ctricos y m�s cuando recordaba que est�bamos en su camioneta, estacionados qui�n sabe en d�nde. Yo presionaba mi trasero hacia a tras como queriendo insertarme sus dedos y �l se dio cuenta de eso y me dec�a: "�qu� quieres putita? �quieres que te los llene?"

Yo le dec�a que s� con la cabeza y mir�ndolo a los ojos sin sacar su pene de mi boca. Estaba ya perdida y demasiado excitada para negarlo, pero el me dec�a "anda p�demelo, �qu� es lo que quieres putita?"

Entend� que esa era la reacci�n que �l esperaba y me atrev� a responder "que me cojas con tus dedos".

Esperaba que con mi respuesta lo hiciera as� que volv� a tenderlo con la boca; siempre me gust� dar sexo oral y alguna vez un novio me dijo que era bastante buena haci�ndolo.

Pero no, no lo hizo, sino que s�lo jal� de lado mi tanga y puso su mano en mi trasero mientras arrancaba de nuevo.

"Sigue mamando, de haber sabido que te gustaba as� te hubiera hecho putita desde antes", me dijo al arrancar.

Yo dej� un poco su pene para decirle que llevaba mi ventana abajo y que cualquiera pod�a vernos aunque no sab�a bien en d�nde est�bamos y �l s�lo me respondi� "�te importa m�s que te vean el culo o que yo te siga cogiendo por la boca?"

Era como estar con un completo extra�o; Alonso siempre me hab�a gustado, pero jam�s hab�a sido el sexo un tema a destacar con �l. Cuando est�bamos juntos, muchas ocasiones era yo quien tomaba m�s la iniciativa y jam�s me lo hubiera podido imaginar tan desinhibido, tan vulgarmente caliente.

Eso, combinado con la monoton�a sexual que ya vivo en mi matrimonio me transformaron desde ese d�a y me sent� tan caliente de ser la puta de Alonso que no pude ponerle freno ni detenerme yo.

Llegamos hasta la altura de San Juan del R�o y entramos en un motel bastante discreto; sorprendida por lo mucho que hab�a aguantado �l sin terminar a pesar de que creo haber hecho un muy buen trabajo con la boca y las manos, �l me hizo a un lado y me pregunt� "�cu�nto hace que no te dan una buena cogida?", yo no supe qu� responder y �l me dijo "�no me digas que el pendejo de tu marido no te llena los hoyos de verga!"; no contest� y me dijo que ir�amos al bar primero a tomar algo.

Estaba s�per sorprendida de lo que hab�a estado haciendo; mientras �l pagaba la habitaci�n y preguntaba por el bar del hotel estuve a punto de decirle que par�ramos y que regres�ramos a Quer�taro.

Ni tiempo me dio cuando me tir� de la cintura y me llev� por un pasillo hacia el bar; al caminar �l me iba m�s que tocando el trasero sin imitarle que pasaran a nuestro lado dos tipos que no pudieron evitar mirarme por detr�s por la manera en que Alonso me iba tocando.

Ya en tono m�s calmado me preguntaba que si mi esposo no me cog�a bien, me dec�a que se hab�a dado cuenta de la mojada que me di cuando me estuvo tocando en la camioneta. Le tuve que decir que el sexo no era lo mejor de mi matrimonio y me respondi� que estaba hecha toda una putita, que jam�s me hab�a visto tan caliente y que se imagin� que llevaba una vida sexual plena por la manera en que reaccion�.

Cuando le dije que no, �l me dijo que entonces mi calentura era por que me hab�a puesto a mamar y por la dedeada que me dio� no tuve m�s que decirle que s�.

Nos sentamos y me pidi� un tequila; siempre supo que el tequila me hac�a efecto muy r�pido. Ya no guard� distancia, sentados me met�a la mano por detr�s de la falda tratando de meter sus dedos por donde pod�a mientras exploraba mi boca con su lengua, por que aquello estaba muy lejos de ser los besos que nos d�bamos de novios.

Me preguntaba "�est�s caliente?" y no era necesario que yo respondiera; s�lo levantaba un poco mi trasero para que pudiera interpretar mi respuesta.

"Yo tambi�n estoy caliente" �me dec�a- "t�came la verga". Pens� que est�bamos en el bar del hotel, a la vista de todos aunque no hab�a tanta gente, pero la palabra "verga" de sus labios y lo excitante del momento no me permiti� negarme� comenc� a sob�rsela.

Su mano libre se apoder� de mi escote y poco a poco fue recorriendo mi sost�n hasta rozar mi pez�n con sus dedos.

Sus dedos tratando de entrar por detr�s de mi, otros dedos roz�ndome el pez�n y su lengua entrando en toda mi boca fue rematado cuando me dijo al o�do "qu� ricas tetas tienes"; yo s�lo logr� decir "para servirte".

Sac� la mano de mi falda y llam� al mesero, de inmediato le dije que se me ve�a todo refiri�ndome a mis senos; �l respondi� "t� vas a seguir en lo que est�s, como buena puta", al mismo tiempo que regresaba su mano a mi trasero y casi insertaba un dedo en mi ano.

Casi tuve un orgasmo en ese momento.

Me vi casada, en el bar de un hotel con mi ex novio, con un dedo casi metido en mi ano, con mi mano queri�ndole arrancar el pene y con su mano puesta en mi seno que no me di cuenta cuando el mesero lleg�.

Alonso presion� mi mano con sus piernas, mientras se dirig�a al mesero �sin dejar de hacer lo que hac�a!

Fue obvia la cara del mesero; sus ojos casi se le desbordan al ver mi pecho derecho descubierto y el dedo de Alonso frot�ndolo; yo ya estaba en otro mundo y ni siquiera repar�.

Alonso orden� y le pidi� al mesero que se diera prisa� "no queremos que se nos haga tarde y regrese a casa el esposo de la se�ora". Me sent� como una puta, sin m�s Alonso ya me hab�a puesto en ese papel. No conoc�a al mesero pera �ste ya sab�a que era casada y que el tipo con el que estaba, el que le estaba mostrando mi pez�n no era mi esposo.

Supongo que Alonso vio mi cara porque con toda calma me dijo que me tranquilizara, que despu�s de todo el mesero ya sab�a que est�bamos ah� porque me iba a coger y que imaginara lo caliente que se habr�a puesto el mesero conmigo� "mira a este g�ey, ni te conoce y seguro se le par� la verga vi�ndote, mientras el pendejo de tu marido te tiene y no te la mete como te gusta", me dijo.

Y era verdad.

A un completo desconocido se le hab�an ido los ojos de deseo con verme un pecho. Me sent� capaz de atraer a cualquier hombre y mi �nica reacci�n fue apretar m�s la "verga" de Alonso.

Se dio cuenta de que me hab�a prendido y me dijo que cuando el mesero regresara le facilitara un poco la vista; me lo dec�a mientras no sacaba la mano de atr�s de mi falda y ya la punta de su dedo comenzaba a hacer ceder mi ano, aprovechando que yo estaba escurriendo de la calentura que llevaba encima.

El mesero regres� y Alonso quit� su mano de mi pecho dejando buena parte de �ste y mi pez�n de fuera, yo me acomod� un poco y le di al mesero una vista muy buena. No pude dejar de notar el enorme bulto del mesero y eso me prendi� m�s, sobre todo porque no dejaba yo de sobar el pene de Alonso que se sent�a m�s duro que nunca.

El mesero se fue y Alonso me dijo "�viste las ganas que ten�a el mesero de cogerte?, yo le respond� "como las ganas que tengo de que me cojas t�". Su dedo estaba ya dentro de mi ano y yo sin darme cuenta hab�a empezado a moverme. Alonso me dec�a "�qu� quieres Sandra? Dime lo que quieres", mientras su dedo hac�a c�rculos dentro de mi� "que me metas tu verga por el culo", fue lo �nico que pude decir, en pleno bar de un hotel.

Algunas veces mi esposo tocaba mi ano, cuando yo colocaba ah� sus dedos, pero nunca se hab�a dado que tuvi�ramos sexo anal aunque a mi me daba mucho morbo hacerlo.

El nuevo Alonso que reencontr� por casualidad, en s�lo horas me hab�a hecho sentir la puta m�s caliente del mundo, me hab�a hechos hacer cosas que s�lo hab�a imaginado y me hab�a hecho cosas que jam�s cre� que alguien me hiciera y menos �l.

Termin� el tequila y me dijo "vamos a que te reviente el culo".

El trato, el lenguaje y las cosas que hac�amos eran totalmente desconocidas para m�, pero como pasaban los minutos iba descubriendo que mi desenfreno por el sexo depend�a mucho de la compa��a, y era obvio que Alonso resultaba una compa��a mucho m�s caliente que mi esposo.

Nos dirigimos al �rea de habitaciones, la nuestras estaba en el segundo piso; entramos al elevador y a penas cerr� la puerta Alonso me gir�, me puso de cara a la pared del elevador, meti� su mano bajo mi falda e hizo lo que quiso con mi vagina que estaba ya escurriendo.

El viaje fue corto, pero yo ya no resist�a m�s.

Salimos del elevador y caminamos por el pasillo buscando el cuarto 208, ya en ese instante no me sorprendi� que Alonso levantara mi falda y fuera toc�ndome el trasero por debajo de la tanga, completamente descubierto y listo para que cualquiera que fuera pasando me viera. La excitaci�n ya no me dejaba pensar.

Encontramos el cuarto 208 y antes de entrar se par� sin m�s y me dijo "yo s� que ya no resistes"� me tom� del cabello, se sac� la verga (hoy ya la llamo as� sin pena) y empuj�ndome hacia �l me puso a mam�rsela en pleno pasillo.

Ah� estaba yo, con el trasero descubierto, mostrando una tanga que por su tama�o casi ni se ve�a, empinada, succionando y leng�eteando la verga de Alonso como una loca, sin importarme lo f�cil que era que alguien saliera de un cuarto o llegara al pasillo y me encontrara mamando la verga de Alonso .

Sent�a sus venas, la cabeza de su verga s�per caliente en mi boca. Alonso tiene una verga de regular a grande, puedo tomarla con mis dos manos y es un tanto gruesa. Era incre�ble que me la comiera toda y rozara sus test�culos con la punta de mi lengua.

Me sujeto de la cabeza con las dos manos y literalmente comenz� a cogerme por la boca, no era yo quien se la mamaba, sino �l quien me la met�a y sacaba.

Hubiera jurado que estaba a punto de venirse, pero de pronto me la sac�, abri� la puerta y entramos.

Por supuesto no termina ah� la historia de mi infidelidad. �se fue el inicio, el momento en que Alonso hizo de mi un puta, su puta.

Entramos al cuarto y me cogi� literalmente me cogi�. Dentro del cuarto la experiencia fue a�n m�s excitante.

A�n lo veo y cada ocasi�n me coge de manera diferente, hacemos cosas distintas y me hace sentir toda una puta.

Hoy el sexo y la infidelidad se han vuelto parte de mi vida; Alonso s�lo fue el detonador. (Autor: sandygaby)

(Continuar�)...No olvides un comentario, Gracias!

SexosaKari 56F

6/16/2010 9:42 am

Excelente relato!


rm_AzulAzulA 41F

6/5/2010 2:07 am

Definitivamente este lugar te sirve para desatarte ...pero qué padre que logres hacerlo...Un beso.


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